Los "hombres del matadero" recibieron un merecido estímulo gastronómico la noche del viernes 13. Fue por gentileza de la madrina infantil Ainhoa y así, el trabajo de la fria noche de enero se hizo más llevadero y todos ellos compartieron trabajo y amistad sentados alrededor de la mesa.
Minutos de esparcimiento que supieron a gloria y que dieron paso de nuevo a los trabajos de construcción de los dos monumentos gaiateros que se alargaron hasta altas horas de la madrugada.
Mientras tanto, en el cau, un pequeño grupo de mujeres se afanaban en la pintura de las vidrieras... ¡trabajo en equipo!
Mientras tanto, en el cau, un pequeño grupo de mujeres se afanaban en la pintura de las vidrieras... ¡trabajo en equipo!
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